Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.




Comentario

Baena es una zona agrícola, centrada en el cultivo del cereal y la vid, pero como es bien conocido, destacan sus excelentes olivares, siendo esta localidad mundialmente reconocida por la denominación de origen de su aceite.
El aceite ya era utilizado en la época romana como base de su gastronomía, empleado en salmorejos y gazpachos. Ambos platos siguen siendo en la actualidad base de la dieta mediterránea y uno de los más característicos de la localidad. En la elaboración del salmorejo es fundamental el uso del aceite, junto con tomates, pimientos y ajos de las huertas cercanas, se le añade pan molido y agua, puede degustarse solo o acompaña de tortilla de patatas, melón, jamón o huevo picado. El gazpacho tiene los mismo ingredientes pero menos espesor.

De las huertas han surgido el revueltillo baenense, a partir de verduras variadas, como habas, espárragos, ajetes... huevo y jamón.

Las naranjas en aceite; es otro de los platos típicos de la localidad, a la fruta troceada se agrega una pizca de agua y aceite de oliva, se le puede añadir un toque de miel, trocitos de pan de higo o bacalao.

Otras muchas recetas provienen de los platos elaborados desde hace décadas en los cortijos próximos a Baena. Uno de los más típicos es el carnerete, conocido como salsa de patatas. Se hace añadiendo a la fritá de patatas una salsa de ajo, pan, tomate y poco de azafrán. Otro de esos platos cortijeros son los pinchos de riñones, lomo y cerdo, conocidos como ratones. Estos ingredientes se van ensartando en palillo, se emborrizan y se fríen, tras esto, se rehogan en caldo de cebollas, ajo, vino, sal y laurel.

Plato estrella, especialmente en Semana Santa, son los flamenquines, rollos de carne con huevo, jamón, ajo picado y perejil.

También se pueden degustar en Baena los productos totalmente artesanos elaborados en las matanzas caseras, chorizos, morcillas, lomos, pancetas...Son completamente naturales, sin conservante alguno.

Todos estos platos resaltan aún más su sabor regados con los vinos de la cooperativa vitivinícola de Baena.

Entre su variada repostería destacan las gachas de mosto con coscorrones; los roscos de limón, a base de huevos, raspadura de limón, aceite, harina, leche y canela; las tortillas de pascua, realizadas con manteca blanca sin sal, azúcar, harina, canela molida, anís seco y ralladura de limón Mucho de los postres provienen de la época morisca, que aún hoy son elaborados por las Madres Dominicanas de la localidad, como pestiños, torrijas, magadalenas, torticas y panetillos de cortijo, con masa de azúcar y almendra.